Tuesday, March 1, 2011

No preguntes lo que tu país puede hacer por ti!!

Siempre es mejor preguntar qué puedes hacer tu por tu país que tu país por ti, decía John F. Kennedy y creo que todos queremos esto pero lo vemos desde distintos puntos de vista, un país con ciudadanos educados, con las mismas oportunidades y con la mejor calidad de vida. (Porque el estado debe Proteger, empoderar y enriquecer a sus ciudadanos). Si deseamos un Chile sustentable a niveles micro y macroeconómicos, a fundamentado en la investigación científica, la tecnología, y el esfuerzo del Estado, puestos al servicio de la construcción social y el bienestar de la Clase Media, los trabajadores en general, y de sus familias. En este escenario, esperamos que todas las personas tengan la posibilidad de realizar sus sueños independientemente de su sexo, su filosofía de vida, su origen étnico o social, y sólo limitado por sus propias capacidades naturales. El punto de partida es confiar en todas las personas de este país y en su decidida actitud en querer  superar las diferencias en todos los ámbitos, especialmente en lo político, económico y social. El propósito, es canalizar positivamente la energía de las diferencias y crear, en la medida de lo posible, capacidades productivas y sociales que contribuyan a desarrollar un país más libre del flagelo de la pobreza, de las odiosidades, y de las inequidades. Esto nos invita a cambiar nuestros paradigmas, y nuestra manoseada visión de las izquierdas y derechas, quienes se olvidaron de mirar hacia adelante y sólo pensaron en sí mismos. Es el momento que como clase que trabaja y piensa, nos hagamos responsables de nuestros propios actos, tanto en sus causas como en sus efectos, y nos organicemos y decidamos hoy en un mañana diferente, con las herramientas de la democracia, sin permitir que otros nos pisen, mutilando nuestras necesidades y nuestras aspiraciones, y podamos de esta forma, y con nuestro propio esfuerzo crear una estructura eficiente en el servicio público, modelando de esta manera un mejor destino para nuestros hijos y nuestra patria. Este es el dilema para quienes quieran trabajar por un Chile mejor: Un Chile sin pobreza, económica, emotiva, intelectual, ni espiritual, un Chile seguro, donde se salvaguarde, sin excusa alguna, la vida y la seguridad de la familia del ciudadano decente, del ciudadano que trabaja, que educa, que sirve, y que se esfuerza por ser cada día mejor en la medida de sus posibilidades, un Chile agradecido, donde se respete la dignidad y el trabajo entregado por sus abuelos, y donde la protección social y la asistencia en salud tenga un tratamiento especial y concreto. Como de igual modo, y a quienes quisieran seguir aportando de acuerdo a sus especialidades, pusiéramos a su disposición instituciones de canalización de sus experiencias, Un Chile culto, donde las oportunidades de educación de calidad sea una responsabilidad permanente del Estado. Una Educación que incluya los valores permanentes como su preocupación principal, respetando las diferencias culturales y filosóficas, sustentado en un profundo estudio de la tradición. Una Educación que incentive la investigación científica y tecnológica al más alto nivel, y que todo esto, y en su conjunto, constituya un derecho inalienable para cada habitante, de acuerdo con sus naturales capacidades. Una educación con respeto por la inteligencia de nuestros estudiantes, y el trabajo de sus padres y más importante para aquellos que no tienen nada. Todo esto acompañado de cambios profundos en contenidos y mallas curriculares de los futuros profesores, que dicho sea de paso hoy, en su mayoría, saben un poco más que los alumnos. Como también la revalidación de la Carrera Docente, con incentivos personales sustantivos a quienes decidan ejercer la vocación de maestros, y altos puntajes para el ingreso a las Pedagogías y Licenciaturas. Como tercera componente de avance en la Educación, será menester del Estado recrear los canales de distribución de los miles y miles de millones destinados a la misma, puesto que hoy, gran parte de ellos, son usados en mantener corporaciones municipales de educación, gerentes y empleados de los alcaldes de la política de turno, mientras nuestros niños tienen muchas veces que convivir en pocilgas, sin materiales para el desarrollo de sus habilidades, sin libros, con frío, y muchas otras, sufrir las consecuencias de un sostenedor sin escrúpulos. Un Chile sano, donde la salud constituya un derecho, y donde el Estado cuente con las herramientas legales y constitucionales que le permitan implantar, exigir, controlar las atenciones médicas, y sancionar a quien no entregue un servicio a la par con la ciencia, con instrumental técnico moderno, con infraestructura de primer nivel, y con personal calificado en cada una de las atenciones y especialidades. Procurando como punto de partida, de esta evolución en la atención de salud para todos, una reforma al financiamiento de la salud, basada en una redistribución de los impuestos que todos los chilenos pagamos, sin recibir nada a cambio, un Chile limpio, donde las ideas ambientalistas sean un motor para el crecimiento y el desarrollo sostenible, y no una bandera de lucha partidista momentánea. Un Chile donde la ecología y el cuidado del medio ambiente sean una política de Estado diseñada para la estricta protección de la tierra, las aguas, el aire, respaldados por la investigación y la aplicación de tecnologías de punta, las que deben propender, en todo los casos y por sobre cualquier consideración económica, a la preservación de la naturaleza, en sus recursos renovables y no renovables, los seres vivos, y la salud de las personas, un Chile emprendedor, donde le rindamos homenaje a la iniciativa y aprovechemos la inteligencia y la fuerza creadora de su gente, manteniendo políticas abiertas para el desarrollo y protección de las PYMEs y no solo se beneficien algunos, porque el minero contratista y que no es de planta es considera menos, el agricultor sin herramientas financieras no puede competir con la volatilidad del dólar para sus exportaciones es hora de aprender que son las derivativas, un Chile abierto al mundo. Un país dinámico, que incentive el intercambio con otros países y otras culturas, que aproveche las posibilidades que brindan el libre comercio y la cooperación internacional, impulsando una globalización más humana, que brinde oportunidades y participación cada vez a más personas, y a las pequeñas y medianas Empresas en especial a las regiones que están tan distantes del centralismo del país. Hay mucho que hacer “Busquemos soluciones Éticas y Técnicas”
Bernardo Javalquinto
Economista
University of Maryland

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