Friday, November 2, 2012


Una epifanía para el 2013

 Bernardo Javalquinto | Fecha de Edición: 10-10-2012

Innovar para el futuro o innovar para el presente. “Ambos” dicen los entendidos, o el futuro será incierto; si seguimos destruyendo el planeta como lo estamos haciendo y si no nos detenemos a pensar por unos momentos en las consecuencias que puede traernos todo esto, es irresponsable hablar por hablar. Pero si creamos conciencia de la importancia de cuidar el sistema económico, invertir en el capital humano, el medio ambiente y la innovación el futuro no solo será promisorio, si no que mejoraremos, sanaremos, al ser humano como especie.
En el presente vivimos en un mundo globalizado y dinámico, no tenemos tiempo para detenernos a pensar como antes. Sino que estamos continuamente tratando de solucionar los temas que consideramos urgentes y que no se pueden postergar y esto nos hace olvidar los temas esenciales, lo importante. Es justo ahí el momento donde corremos el mayor riesgo. La pérdida de confianza. Se debe realizar un profundo análisis y establecer el camino a seguir. 
En este escenario dinámico que experimenta el país de una gran aceleración, debemos estar preparados para los cambios que suceden en una economía globalizada, ser flexibles para tomar todas las acciones que nos permitan adaptarnos lo más rápido posible, ya que hoy no tiene sentido hablar o decir algo porque “nadie lo cree”. 
Hoy solo existe un inmenso mercado global que se supone debiera dar oportunidades a todos, pero la avaricia de muchos lo ha transformado. Hacer el bien siempre es el mejor de todos los negocios y los que hagan las cosas bien, bien desde un principio, serán capaces de subsistir con todos sus emprendimientos.
La información es un punto muy importante para identificar si nos conviene o no la decisión que vamos a tomar. Es así que debemos estar muy bien informados de todo lo que sucede en nuestro alrededor conocer y entender la macroeconomía, como por ejemplo cuando se habla de las políticas monetarias y fiscales, conocer las variables que las afectan, la inversión, el consumo, el desempleo, los precios, demanda de dinero, tasas de interés y los impuestos.
Todo ello nos permitirá predecir o adaptarnos lo más rápido posible a los nuevos escenarios económicos y tomar distintas acciones; saber si es un buen momento para seguir desarrollando una estrategia o dar a nuestras regiones o al país, un mayor valor agregado y que esto marque una destacada diferencia ante los demás a los cuales nos queremos enfocar generando una mejor ventaja competitiva sostenible en el tiempo.
La epifanía del 2013, es “la innovación” y que aun cuesta mucho entender. Basta con que sea razonablemente aceptable y se tenga la voluntad de mejorarla. No debemos “pretender solo innovar para el futuro, sino que se debe innovar para el presente”. Por ello, los fracasos son casi necesarios para lograr un producto innovador o una idea que se torne brillante para la región o el país. Entonces se deben crear las condiciones necesarias para que el recurso humano se sienta libre de innovar cuantas veces sea necesario hasta obtener el éxito en su proyecto y que a la larga se transformará en un beneficio para la humanidad y la sociedad.

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