Empoderamiento de las mujeres
Bernardo Javalquinto | Fecha de Edición: 30-01-2014
La CNN dice que la brecha salarial entre hombres y mujeres es una de las mayores del mundo. Pienso que las mejores cosas de la vida vale la pena luchar por ellas y no me refiero a desvalorizar todo lo que viene a futuro y con facilidad. A las mujeres se les ha hecho difícil el camino y si le están ofreciendo algo en bandeja de plata, sospechan de la oferta. Pero si ellas tienen una alta aspiración, un deseo profundo, que sin duda merece todo su esfuerzo y concentración en lograr con mucha consecuencia, lo que las mujeres de otros países han logrado. Incluso se debe justificar su alto grado de sacrificio. Porque si Chile estuvo a la vanguardia en los temas de las mujeres hoy no lo esta.
En un estudio de Flacso se indica que “la condición educacional de las mujeres chilenas ha ido mejorando desde los orígenes del sistema educativo nacional, pero en los últimos 40 años esa mejoría se aceleró fuertemente, hasta situar a las mujeres en niveles educativos semejantes a los que presentan los varones”.
Hoy, en Latinoamérica han perdido ese liderazgo. Porque Flacso manifiesta que “las características específicas que en este contexto diferencian a mujeres y hombres. Sobre el problema del analfabetismo, teniendo en cuenta el nivel reducido que presenta en Chile, existen todavía leves diferencias a favor de los hombres, por el peso del analfabetismo en las mujeres mayores”. ¿Es eso todo lo que sabemos? “La participación femenina en las matrículas de enseñanza básica y secundaria, ya no sólo es numéricamente paritaria, sino que es cualitativamente mejor que la de los varones, en el sentido de presentar un mayor rendimiento escolar: las mujeres reprueban y abandonan menos que sus compañeros.” Desafortunadamente para ellas, poco se destaca a las mujeres en el poder político y económico, mujeres premios Nobel, científicas, premios internacionales, mujeres de negocios, empresarias, activistas, con suerte, las organizaciones de mujeres en Chile, América Latina, organizaciones mundiales son destacadas.
El empoderamiento de las mujeres tan de moda en el mundo, midiendo y comparando el rol de las mujeres en materias de salarios, potenciales lideres, involucradas en temas como el cambio climático, medio ambiente, en temas como donde trabajan las mujeres jóvenes, y no menos las mujeres mayores y sus jubilaciones.
Poco se dice pero por lo observado son las mas activas he influyentes en el país. De los pocos estudios Flacso fue lo mejor que encontré. Porque los de la OECD y PNUD mejor ni hablar, y de las condiciones reales que como país es vergonzoso. Solo el de Flacso reitera: “Pero donde las consecuencias de esta segmentación son particularmente graves para las mujeres, es en el ámbito de la capacitación laboral, el cual, lejos de ofrecer una reorientación que haga más favorable el acceso de las mujeres al mercado de trabajo, profundiza la tendencia de éstas hacia labores consideradas como femeninas, muchas de las cuales ya no constituyen vías de integración a la actividad laboral”. Agrega que “de hecho, para que las mujeres obtengan puestos cualificados, necesitan haber cursado varios años más de educación que los hombres que ocupan iguales cargos”. En fin, bien merece la pena una reflexión y que la academia y autoridades presten atención considerando que las mujeres son mayoría en nuestro país y los hombres ya casi estamos en un segundo plano por lo mal que hacemos las cosas.
En un estudio de Flacso se indica que “la condición educacional de las mujeres chilenas ha ido mejorando desde los orígenes del sistema educativo nacional, pero en los últimos 40 años esa mejoría se aceleró fuertemente, hasta situar a las mujeres en niveles educativos semejantes a los que presentan los varones”.
Hoy, en Latinoamérica han perdido ese liderazgo. Porque Flacso manifiesta que “las características específicas que en este contexto diferencian a mujeres y hombres. Sobre el problema del analfabetismo, teniendo en cuenta el nivel reducido que presenta en Chile, existen todavía leves diferencias a favor de los hombres, por el peso del analfabetismo en las mujeres mayores”. ¿Es eso todo lo que sabemos? “La participación femenina en las matrículas de enseñanza básica y secundaria, ya no sólo es numéricamente paritaria, sino que es cualitativamente mejor que la de los varones, en el sentido de presentar un mayor rendimiento escolar: las mujeres reprueban y abandonan menos que sus compañeros.” Desafortunadamente para ellas, poco se destaca a las mujeres en el poder político y económico, mujeres premios Nobel, científicas, premios internacionales, mujeres de negocios, empresarias, activistas, con suerte, las organizaciones de mujeres en Chile, América Latina, organizaciones mundiales son destacadas.
El empoderamiento de las mujeres tan de moda en el mundo, midiendo y comparando el rol de las mujeres en materias de salarios, potenciales lideres, involucradas en temas como el cambio climático, medio ambiente, en temas como donde trabajan las mujeres jóvenes, y no menos las mujeres mayores y sus jubilaciones.
Poco se dice pero por lo observado son las mas activas he influyentes en el país. De los pocos estudios Flacso fue lo mejor que encontré. Porque los de la OECD y PNUD mejor ni hablar, y de las condiciones reales que como país es vergonzoso. Solo el de Flacso reitera: “Pero donde las consecuencias de esta segmentación son particularmente graves para las mujeres, es en el ámbito de la capacitación laboral, el cual, lejos de ofrecer una reorientación que haga más favorable el acceso de las mujeres al mercado de trabajo, profundiza la tendencia de éstas hacia labores consideradas como femeninas, muchas de las cuales ya no constituyen vías de integración a la actividad laboral”. Agrega que “de hecho, para que las mujeres obtengan puestos cualificados, necesitan haber cursado varios años más de educación que los hombres que ocupan iguales cargos”. En fin, bien merece la pena una reflexión y que la academia y autoridades presten atención considerando que las mujeres son mayoría en nuestro país y los hombres ya casi estamos en un segundo plano por lo mal que hacemos las cosas.
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