Sunday, October 30, 2016

A Change of Paradigm or Just another Philanthropy Cause 
The vision of many people is that many global problems we face can be solved through the creation of Social Business. This is a form of business that is mainly driven by a cause, rather than by traditional business school objectives such as profit maximization with minimal investment and cost reduction. The social business concept goes far beyond accomplishing personal or investor goals. It is focused on the human being and seeks to achieve one or more social objectives through a company. In this new form of a company doing things well, all costs are covered so that investors or owners recover their investment, albeit through a reduced dividend distribution policy that places the social cause first, thus bringing a new perspective to what is morally ethical. This new concept of social business allows obtaining benefits, but under the condition that benefits are maintained in the company and reinvested; investors and shareholders receive a fair retribution equal for their investment and always will make some profits. Thus, social business brings a new dimension to the business world and a new sense of social awareness among the community. If social objectives can be achieved more efficiently and effectively by adopting a social business format that is sustainable, then, why not take this venue? Why give up the notion of profit, if it has established itself in mankind as a key performance indicator? To abandon the idea is quite illogical and contravenes the essence of the human beings. To do so would cause great surprise. To be totally clear: social business does not ask people to give up a retribution for their effort. The idea of "giving something up" were usually a cause of a tremendous shock in any human. This paradigm for social enterprise does not ask anyone to "give anything up." Rather, it proposes that if you are concerned about a social problem, you can make a significant contribution, perhaps even through your current activities, to solve a problem that involves all of us. Perhaps this could even open a door that leads to solving a world problem. It is up to you, to reinvest the company's money in itself and make it grow, which will benefit everyone within, from the janitor to the owner; its customers; the community as a whole, the region, the country and perhaps even the planet. With this practice, you will be making a contribution towards humanizing the economy, a purpose that has long been lost due to the greed of people in all sectors due to their lack of business ethics education, and lack of solidarity to the disadvantage in the economic system.
Bernardo Javalquinto, Economist

Wednesday, October 19, 2016

Chile y El milagro económico que nunca existió
Tomado de un artículo publicado por la prensa extranjera, quise reproducir en unas líneas de esta fría mirada de nuestro país, después de ver como una mujer valientemente hace alusión a nuestra realidad con nuestro himno nacional y que me inspiro a reproducir esto que es la verdad y que todos nos hacemos los locos y seguimos consumiendo y votando por los mismos de siempre que nos afectan tanto y nos hacen tanto daño. “Una fina niebla se asienta en una aldea de pescadores de Chile de Puerto Montt que ve como el primer turno llega a trabajar en una empresa de Salmones. Los tanques de agua escupen los peces sobre una mesa, donde un par de trabajadores esperan por ellos”. El artículo dice que el cultivo de salmón bombea más o menos de mil millones de dólares al año a la economía de Chile y ayuda a explicar por qué, desde 1990, prácticamente ninguna otra economía en esta parte del mundo está en mejor pie. Mientras que las economías de los países vecinos como Brasil, Bolivia, Ecuador y Perú solamente están logrando mantenerse a flote, incluso en un año lento de Chile, nuestro país sigue vendiendo más de sus pescados, fruta, vino y otros bienes en el extranjero que prácticamente cualquiera de sus vecinos. Esto es lo que hace mucho tiempo atrás se sabe cómo el milagro económico de Chile y que durante años ha sido elogiado por la élite global como “la gran Azaña del golpe militar de Augusto Pinochet que tumbó hace 43 años el gobierno de Salvador Allende. “Financieros de Wall Street, políticos y economistas de la corriente de libre mercado apuntan a Chile como el ejemplo brillante de lo que los países en vías de desarrollo pueden lograr si se derriban sus economías de paredes en el encierro y siguen el plan para la prosperidad”  Pero lo que es quizás lo más notable sobre el milagro económico de Chile es que no es ni remotamente cierto en lo que se dice aquí arriba. Todo ha sido más que una creación de mitos. Cito “Para empezar, fue el gobierno chileno y no el libre mercado que ha desarrollado la tecnología para el cultivo de salmón para un uso comercial a gran escala”. Según esa fuente hoy, el salmón es la segunda mayor exportación de Chile después del cobre y crea puestos de trabajo a más de 100.000 personas”. Asimismo, la industria del salmón está en el proceso de recuperación de una grave enfermedad infecciosa del salmón, (ISA), que comenzó en 2007. Todos saben que los investigadores dicen que la epidemia fue causada por el anhelo de poder producir más sin invertir en las instalaciones. Pero la realidad de los éxitos económicos del país, en gran parte, tienen su origen más allá de la inversión estatal y las políticas económicas redistributivas, porque nunca existieron, mientras que sus fallas  se deben en gran parte un capitalismo poco regulado y muy descuidado sin pensar en el daño a la gente. Más aun, nos hemos preguntado cual es el costo ambiental, socio económico, y que daño que se ha causado a la sociedad por esta pseudo economía que no apunta a políticas estratégicas a lo largo del tiempo. Dice que ha creado 100.000 puestos de trabajo pero a que costo. Nada de lo que parece a resultado de la gran obra de lo que muchos elogian y hoy más del 40 por ciento de las riquezas de Chile se concentran en tan solo el 1 por ciento de la población. Para que decir si todos sabemos que son un puñado de familias de mucho poder económico y poder político que son dueños del país. El milagro económico que tanto se habla nunca existió y hoy lo vemos gracias a que este puñado de empresarios tiene al país como esta gracias a que las instituciones de todo orden los protegen y que también se benefician de ellos, por decir lo menos.

Bernardo Javalquinto, Economista