Tuesday, July 9, 2019

Trump’s Trade and Tariffs Deals: Disastrous for Americans Abroad, Local and Global Impact

By: Bernardo Javalquinto, Ph.D.
Virtually every nation which began as a colony and gained independence has benefitted from having an open economy, as opposed to those opting for closed, “protectionist” trade policies. There is a mountain of evidence demonstrating that closed economies carry a number of problems which negatively affect their citizens, and many are unaware that the damage is not only applicable to the wealthy and powerful but rather extends to its working-class citizenry on a local level. In the case of the Trump Administration, every day that passes takes us one step closer to a closed economy, and Americans living abroad are seeing first-hand the global damage being done by the U.S. threatening new tariffs and striving for unilateral trade demands.
Let’s be clear: a wide range of respected economists agree that Trump’s tariffs will hurt most Americans. The United States was – and still is – interdependent with the global economy. Despite the financial crisis of the Depression era, it taught us many lessons about economics, markets, trade, and tariffs. The United States has traditionally thrived in being one of the most prosperous industrialized nations but now risks remaining economically competitive and reminds us of the threats brought on by the Depression era.
Incredibly, the President’s policies reverse America’s long, slow shift towards a more open economy. Economists, the Democratic Party, and the American people fully realize what the Trump Administration is currently doing on trade and tariffs. Mr. Trump believes he is all-knowledgeable on business deals, but it is clear his business experience has led to policies which are beneficial to the top 1 percent of income earners and Wall Street, and not the workers and families of Main Street.
Furthermore, as the Trump Administration pushes us further toward a closed economy, its trade policies will inevitably continue to affect other issues such as migration. The administration is already indirectly raising the cost of goods and services through tariffs, but basic economics tells us that when prices start to rise, inflation follows suit. This is significant because the purchasing power of the American people is decreased nowadays due to the fact that prices are higher for imported goods and services. As economists, academics, and others who understand what is currently happening by the Trump Administration have warned us of an economic slowdown, it is imperative that we act now to avoid the emotional strain of America’s families having to somehow get by on worse trade deals and tariffs. Protectionist economies do not allow for fair economic competition to maintain a balance in prices; it only creates an extremely nationalist economy that is not able to compete with other free-market economies to become more efficient, more innovative, and maintain sustainable growth over time.
Not surprisingly, absent from the administration’s trade playbook is how it intends on helping the lowest-earning Americans from being affected by teasing new tariffs on China and Mexico. Meanwhile, America’s labor unions are waiting to see what worker protections will be included in any of the administration’s trade deals and immigrant asylum-seekers held in Mexico’s detention centers are likely to flood its judicial system in the so-called “Remain in Mexico” policy orchestrated by the two countries.
To summarize, this administration is creating 3:00 A.M. policies on Twitter and not having a serious discussion with the American people in explaining the rationale for aggressive tariffs which will hurt Americans both domestically and abroad. This administration continues to not be transparent in detailing trade plans despite Mr. Trump claiming to have “unprecedented” negotiating skills. And while this administration’s rhetoric is about promoting the protection of American workers, evidence shows that the only stakeholders who have the president’s ear are his campaign donors.
For these reasons, I would invite every U.S. citizen to think about the damage that our country is experiencing with Donald Trump’s trade and tariff policies, unless, of course, America’s citizens are yearning to experience another economic slowdown.
Dr. Bernardo Javalquinto is an economist, a member of the Democrats Abroad Hispanic Caucus Steering Committee, and the Chair of Democrats Abroad Chile.

Acuerdos Comerciales y Arancelarios de Trump: Desastroso para los estadounidenses en el Extranjero, Impacto Local y Global


Por: Bernardo Javalquinto, PhD.
Prácticamente todas las naciones que comenzaron como una colonia y obtuvieron su independencia se han beneficiado al tener una economía abierta, en oposición a aquellas que optan por políticas comerciales cerradas y “proteccionistas.” Existe una gran cantidad de evidencia que demuestra que las economías cerradas crean una serie de problemas que afectan negativamente a sus ciudadanos, y muchos desconocen que el daño no solo es aplicable a los ricos y poderosos, sino que se extiende a sus ciudadanos de la clase trabajadora a nivel local. En el caso de la Administración Trump, cada día que pasa nos acerca más a una economía cerrada, y los estadounidenses que viven en el extranjero están viendo de primera mano el daño global que está haciendo EE. UU. amenazando con nuevos aranceles y luchando por demandas comerciales unilaterales.
Seamos claros: una amplia gama de respetados economistas está de acuerdo en que los aranceles de Trump perjudicarán a la mayoría de los estadounidenses. Estados Unidos era, y sigue siendo, interdependiente de la economía global. A pesar de la crisis financiera de la Era de la Depresión, esta nos dejó grandes enseñanzas sobre economía, mercados, comercio y aranceles. Estados Unidos tradicionalmente ha crecido al ser una de las naciones industrializadas más prósperas, pero ahora se arriesga a dejar de ser económicamente competitiva y nos recuerda las amenazas provocadas durante la Depresión.
Increíblemente, las políticas del Presidente revierten el largo y lento giro de Estados Unidos hacia una economía más abierta. Los economistas, el Partido Demócrata y el pueblo estadounidense se dan cuenta plenamente de lo que está haciendo actualmente la Administración Trump en materia de comercio y aranceles. El Sr. Trump cree saberlo todo sobre negocios, pero está claro que su experiencia en los negocios ha dado lugar a políticas que benefician al 1 por ciento con los más altos ingresos y a Wall Street, y no a los trabajadores y las familias de clase media.
Aun más, a medida que la Administración de Trump nos empuja hacia una economía cerrada, sus políticas comerciales inevitablemente continuarán afectando otros asuntos como la migración. La administración ya está elevando indirectamente el costo de los bienes y servicios a través de los aranceles pero la economía básica nos dice que cuando los precios comienzan a subir, la inflación sigue su ejemplo. Esto es significativo porque el poder adquisitivo del pueblo estadounidense disminuye hoy en día debido al hecho de que los precios son más altos para los bienes y servicios importados. Dado que economistas, académicos y otros que entienden lo que está sucediendo actualmente en la Administración de Trump nos han advertido de una desaceleración económica, es imperativo que actuemos ahora para evitar la tensión emocional de las familias de Estados Unidos que tienen que salir adelante ante peores acuerdos comerciales y arancelarios. Las economías proteccionistas no permiten una competencia económica justa para mantener un equilibrio en los precios; esto solo crea una economía extremadamente nacionalista que no puede competir con otras economías de libre mercado para ser más eficiente, más innovadora y mantener un crecimiento sostenible a largo plazo..
No nos sorprende que esté ausente en el manual comercial de la administración un plan para ayudar a los estadounidenses de bajos ingresos al ser afectados por los nuevos aranceles para China y México. Mientras tanto, los sindicatos de trabajadores estadounidenses esperan ver qué protección a los trabajadores se incluirá en cualquiera de los acuerdos comerciales de la administración. Los inmigrantes solicitantes de asilo detenidos en los centros de detención en México probablemente inundarán su sistema judicial en la llamada política de "Permanecer en México" orquestada por los dos países.
Para resumir, esta administración está creando políticas en Twitter a las 3 a.m. y no teniendo una discusión seria con el pueblo estadounidense para explicar las razones de los aranceles agresivos que perjudicarán a los estadounidenses tanto en el país como en el extranjero. Esta administración sigue sin ser transparente al presentar sus planes comerciales a pesar de que el Sr. Trump afirma tener habilidades de negociación "sin precedentes". Y mientras que la retórica de esta administración afirma promover la protección de los trabajadores estadounidenses, la evidencia demuestra que los únicos que interesan al presidente son los donantes de su campaña.
Por estas razones, invito a todos los ciudadanos de EE. UU. a reflexionar sobre el daño que nuestro país está experimentando con las políticas comerciales y arancelarias de Donald Trump, a menos que, por supuesto, los ciudadanos de Estados Unidos deseen experimentar otra desaceleración económica.
El Dr. Bernardo Javalquinto es economista, miembro del Comité de Dirección del Caucus Hispano de Demócratas en el Extranjero y Presidente de Demócratas en el Extranjero de Chile.