Superintendencia de Educación
Bernardo Javalquinto | Fecha de Edición: 11-04-2013
Cabe preguntarse si realmente necesitamos una Superintendencia de Educación. Por los estudios y por la cantidad de personas insatisfechas que uno puede encontrar en Internet, el Sernac que defiende los derechos del consumidor, no cumple con su labor.
El Sernac Financiero, envía notas diciendo que no pueden intervenir en las decisiones de los bancos, de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF). Actúa de la misma manera, la Fiscalía Nacional Económica que básicamente es una organización de cargos políticos como todas las anteriores es muy poco lo que hacen para beneficiar a la sociedad.
En otras palabras, si observamos el rol de las instituciones de nuestro país, podemos darnos cuenta de que ninguna de ellas cumple con su labor. Como, por ejemplo, el caso de la acusación constitucional contra el ministro de Educación. Si eso ocurriera en un país desarrollado y si se copia la propiedad intelectual de otra persona o de otro documento las personas que lo hacen terminan en la cárcel. Y nosotros vemos en nuestro país como el Congreso acepta un hecho delictual como éste, que todos estamos presenciando en la televisión y en los medios de prensa. Entonces el doble estándar que tenemos es bastante mediocre, deja mucho que decir a las personas que nos están mirando desde afuera.
El tema es de extrema importancia pues sin calidad en la educación un país tiene un Congreso con miembros como los que tenemos “hoy”, que permiten que la propiedad intelectual sea copiada sin ninguna sanción.
Desde pequeños en los países desarrollados le enseñan a las personas que no deben copiar y al que copia le cierran todas las puertas, ni siquiera le permiten tener una licencia conducir y no puede ingresar a una universidad porque es un delito extremadamente grave “copiar” las ideas de otras personas sin citar o dar crédito quien las escribió.
Pero ese no es el caso en esta acusación constitucional, el caso es que copiaron y pegaron un documento, sin ni siquiera fijarse a qué correspondía y, lo más grave de todo, es que la mayoría de las personas que lo realizaron, más los que lo revisaron y más grave aún el defensor que debería haber leído con sumo detalle el documento en comento, no lo hizo. Leyendo las noticias vi que la Universidad Santo Tomás quiere establecerse en la región, y la Universidad de Concepción que va a ocupar el campus de Rengo. Entonces, preguntémonos y seamos honestos con nosotros mismos. Para qué vamos a tener una Superintendencia de Educación, si lo que he mencionado en artículos anteriores, las universidades e institutos que tenemos en la región están en el ranking global de universidades en los lugares casi imposibles de estar en las top 100 del mundo, menos en las top 10. La Universidad Tecnológica de Chile (Inacap) ocupa el lugar 5.576, la Universidad Santo Tomas el lugar 4.044, y la Universidad de Concepción en el lugar 849, esta entre las top 1000 “gran logro”.
Pregunto cómo podríamos llegar a estar en los primeros lugares, si una Superintendencia de Educación no va a poder asegurarnos elevar la calidad de la educación al lugar que corresponde. Porque si tenemos un Congreso que hace lo que está haciendo en este minuto, francamente es vergonzoso pedir a una Superintendencia de Educación, al Sernac, al Sernac Financiero, a la SBIF, a la Fiscalía Nacional Económica que realmente cumplan con su deber. Francamente no creo que lo hagan, porque si realmente ejercieran su rol en la sociedad tendríamos un país muy distinto.
El Sernac Financiero, envía notas diciendo que no pueden intervenir en las decisiones de los bancos, de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF). Actúa de la misma manera, la Fiscalía Nacional Económica que básicamente es una organización de cargos políticos como todas las anteriores es muy poco lo que hacen para beneficiar a la sociedad.
En otras palabras, si observamos el rol de las instituciones de nuestro país, podemos darnos cuenta de que ninguna de ellas cumple con su labor. Como, por ejemplo, el caso de la acusación constitucional contra el ministro de Educación. Si eso ocurriera en un país desarrollado y si se copia la propiedad intelectual de otra persona o de otro documento las personas que lo hacen terminan en la cárcel. Y nosotros vemos en nuestro país como el Congreso acepta un hecho delictual como éste, que todos estamos presenciando en la televisión y en los medios de prensa. Entonces el doble estándar que tenemos es bastante mediocre, deja mucho que decir a las personas que nos están mirando desde afuera.
El tema es de extrema importancia pues sin calidad en la educación un país tiene un Congreso con miembros como los que tenemos “hoy”, que permiten que la propiedad intelectual sea copiada sin ninguna sanción.
Desde pequeños en los países desarrollados le enseñan a las personas que no deben copiar y al que copia le cierran todas las puertas, ni siquiera le permiten tener una licencia conducir y no puede ingresar a una universidad porque es un delito extremadamente grave “copiar” las ideas de otras personas sin citar o dar crédito quien las escribió.
Pero ese no es el caso en esta acusación constitucional, el caso es que copiaron y pegaron un documento, sin ni siquiera fijarse a qué correspondía y, lo más grave de todo, es que la mayoría de las personas que lo realizaron, más los que lo revisaron y más grave aún el defensor que debería haber leído con sumo detalle el documento en comento, no lo hizo. Leyendo las noticias vi que la Universidad Santo Tomás quiere establecerse en la región, y la Universidad de Concepción que va a ocupar el campus de Rengo. Entonces, preguntémonos y seamos honestos con nosotros mismos. Para qué vamos a tener una Superintendencia de Educación, si lo que he mencionado en artículos anteriores, las universidades e institutos que tenemos en la región están en el ranking global de universidades en los lugares casi imposibles de estar en las top 100 del mundo, menos en las top 10. La Universidad Tecnológica de Chile (Inacap) ocupa el lugar 5.576, la Universidad Santo Tomas el lugar 4.044, y la Universidad de Concepción en el lugar 849, esta entre las top 1000 “gran logro”.
Pregunto cómo podríamos llegar a estar en los primeros lugares, si una Superintendencia de Educación no va a poder asegurarnos elevar la calidad de la educación al lugar que corresponde. Porque si tenemos un Congreso que hace lo que está haciendo en este minuto, francamente es vergonzoso pedir a una Superintendencia de Educación, al Sernac, al Sernac Financiero, a la SBIF, a la Fiscalía Nacional Económica que realmente cumplan con su deber. Francamente no creo que lo hagan, porque si realmente ejercieran su rol en la sociedad tendríamos un país muy distinto.
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