La isla de los desechos marinos
Bernardo Javalquinto | Fecha de Edición: 27-06-2013
El punto de vista de las personas. Los materiales sólidos, por lo general de residuos, que han encontrado su camino en el medio del océano, o más bien conocida como la isla de plástico, constituye una preocupación para todos los ciudadanos del mundo, pero en nuestro país muy pocas personas están preocupadas de ello. Si el mundo está preocupado de ellos, qué opinarán nuestros flamantes candidatos presidenciales.
La economía toca todos los aspectos de la vida, directa o indirectamente y afecta a ricos y pobres. Es a través de las herramientas económicas, la filosofía impulsada por ellas, en las diferentes corrientes o escuelas de pensamiento económico a través de la historia, y que hemos pasado por muchas etapas, desde la revolución agrícola que generó el primer capital de trabajo, la revolución industrial que incrementó la velocidad de producción en línea, el trabajo asalariado y un crecimiento exponencial de toda la infraestructura mundial pesada y fabril.
El comunismo, que hace poco vimos fracasar, según muchos, aun no podemos decir nada, es demasiado temprano y solo ver más bien que está en transición, China y Rusia siguen siendo comunistas-capitalistas y el “triunfante” capitalismo, obsesionado por el ansia de riqueza a limites indescriptibles, y hoy sin sentido en el bien común, porque ha se le permitió que se descontrolara.
Entre todas estas corrientes de pensamiento económico hubo muchas variables intermedias, donde no han estado exentas las guerras, sufrimiento, dictaduras, ambición y deseo de poder, dando como resultado la acumulación de enormes riquezas en pocas manos, algo pocas veces visto tan descontrolado.
La magnitud de la contaminación del medio marino causada por los desechos de plástico es enorme. Se encuentra flotando en todos los océanos del mundo, en todas partes, desde las regiones polares al ecuador. Este capitalismo depredador, salvaje, despiadado y feroz esclaviza al ser humano, que nos lleva al consumismo neurótico y el sector público y privado deja que los seres humanos sigamos auto destruyendo el planeta.
Producto de ello, todo el andamiaje comienza a derrumbarse, ya no solo las personas, también las empresas quiebran y las naciones enteras quedan de la noche a la mañana en la miseria endeudadas por decenios, retrocediendo años e hipotecando el futuro de sus hijos por generaciones. ¿Qué nos tendrán que decir nuestros presidenciales al respecto? El escenario se complementa con cero conciencia ambiental, donde se arrasa con todo en pro del pseudo “desarrollo”, palabra que ya entendemos como maldita, cargada de ironía y hasta obscena y lujuriosa con la que justificamos todo desde que contaminamos el agua, el aire, los mares, pescando hasta el exterminio. Tanta conducta nuestra, irresponsable, está exterminando las especies a una velocidad mil veces mayor que la tasa de recuperación. Panorama muy sombrío, cierto y cercano el que vivimos. Y si nos jactamos de ser los líderes de las alianzas de la Cuenca del Pacífico. ¿Qué tendrán que decir a los ciudadanos del mundo él o la futura Presidente o Presidenta de la República?
La economía toca todos los aspectos de la vida, directa o indirectamente y afecta a ricos y pobres. Es a través de las herramientas económicas, la filosofía impulsada por ellas, en las diferentes corrientes o escuelas de pensamiento económico a través de la historia, y que hemos pasado por muchas etapas, desde la revolución agrícola que generó el primer capital de trabajo, la revolución industrial que incrementó la velocidad de producción en línea, el trabajo asalariado y un crecimiento exponencial de toda la infraestructura mundial pesada y fabril.
El comunismo, que hace poco vimos fracasar, según muchos, aun no podemos decir nada, es demasiado temprano y solo ver más bien que está en transición, China y Rusia siguen siendo comunistas-capitalistas y el “triunfante” capitalismo, obsesionado por el ansia de riqueza a limites indescriptibles, y hoy sin sentido en el bien común, porque ha se le permitió que se descontrolara.
Entre todas estas corrientes de pensamiento económico hubo muchas variables intermedias, donde no han estado exentas las guerras, sufrimiento, dictaduras, ambición y deseo de poder, dando como resultado la acumulación de enormes riquezas en pocas manos, algo pocas veces visto tan descontrolado.
La magnitud de la contaminación del medio marino causada por los desechos de plástico es enorme. Se encuentra flotando en todos los océanos del mundo, en todas partes, desde las regiones polares al ecuador. Este capitalismo depredador, salvaje, despiadado y feroz esclaviza al ser humano, que nos lleva al consumismo neurótico y el sector público y privado deja que los seres humanos sigamos auto destruyendo el planeta.
Producto de ello, todo el andamiaje comienza a derrumbarse, ya no solo las personas, también las empresas quiebran y las naciones enteras quedan de la noche a la mañana en la miseria endeudadas por decenios, retrocediendo años e hipotecando el futuro de sus hijos por generaciones. ¿Qué nos tendrán que decir nuestros presidenciales al respecto? El escenario se complementa con cero conciencia ambiental, donde se arrasa con todo en pro del pseudo “desarrollo”, palabra que ya entendemos como maldita, cargada de ironía y hasta obscena y lujuriosa con la que justificamos todo desde que contaminamos el agua, el aire, los mares, pescando hasta el exterminio. Tanta conducta nuestra, irresponsable, está exterminando las especies a una velocidad mil veces mayor que la tasa de recuperación. Panorama muy sombrío, cierto y cercano el que vivimos. Y si nos jactamos de ser los líderes de las alianzas de la Cuenca del Pacífico. ¿Qué tendrán que decir a los ciudadanos del mundo él o la futura Presidente o Presidenta de la República?
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