Juicios morales y principios de moral
Bernardo Javalquinto | Fecha de Edición: 17-01-2013
Jefrey Olen hace mención en su libro “Personas y su mundo” que lo primero que uno tiene que considerar es que el juicio moral es universal, y quiere decir que es mi derecho realizar una acción particular, y esa acción particular va a ser correcta para cualquier persona en la misma situación y que va a actuar de forma similar en cualquier lugar.
Segundo, el juicio moral está basado en principios morales. Es decir, que si yo digo que algo está errado debo estar preparado para justificar mi juicio con fundamentos sólidos. Como, por ejemplo, mentir, robar, abusar del sistema y de las personas, es algo deshonesto, y si algo es deshonesto está mal.
Tercero, un punto bastante importante que considerar, es que los principios morales pueden sobreponerse, con otros. En otras palabras, tenemos que saber qué hacer si existen principios morales que se aplican a nuestra conducta y nos proveen con las más importantes razones por las cuales estamos actuando, las razones morales, y que toman mayor relevancia sobre todas las otras razones.
Estos tres elementos forman la estructura del juicio moral. Es decir, no dicen nada sobre el contexto de los principios particulares de los juicios morales, ellos solamente nos dicen que aquellos juicios morales basados en principios generales significan precedencia sobre cualquier otra actuación y razonamiento, pero no nos dicen cuáles son estos principios. Depende de nuestro entorno y cultura.
Lógicamente o psicológicamente el hecho de que nosotros compartamos una gran cantidad de juicios morales no significa que podamos estar en desacuerdo en algunas cosas. Pero generalmente estamos de acuerdo en la mayoría de los principios que se aplican normalmente. Por ejemplo, por una parte todos estamos de acuerdo en oponernos a un asesinato, a un asalto a mano armada, a un abuso sexual, a la mentira y muchos más y, por otra parte, nosotros aprobamos de la misma manera la lealtad, conservar la palabra prometida, ayudar a otros, en especial a los más necesitados. Y cuando no estamos de acuerdo es porque la escala de principios es diferente.
Un ejemplo podría ser el tema de la lealtad y honestidad. Las personas pueden ver de distintas maneras este tema que para algunos parece básico, pero no lo es. Es aquí donde importa tener sólidas bases fundacionales de principios morales, aprendidas desde los primeros años de vida. Estas bases difieren de un lugar a otro o de un entorno a otro, o por último de factores contaminantes como la avaricia, el egoísmo y tantas otras desviaciones aprendidas y que pueden interferir en cómo aplicamos el juicio moral.
Para la filosofía la moral existe y establece comparaciones entre juicios morales y otros tipos de juicios, como los juicios científicos u otros que están relacionados con la moral y el interés propio. Los filósofos están más interesados en preguntar sobre responsabilidad moral cuando se toma una decisión que en la acción moral, bajo cuáles circunstancias no deberían ser consideradas. Esto depende nítidamente de las fundaciones de la moral. ¿Estará nuestra sociedad un poco confundida con este tema en particular? ¿Les habremos enseñado esto alguna vez en su vida?
Segundo, el juicio moral está basado en principios morales. Es decir, que si yo digo que algo está errado debo estar preparado para justificar mi juicio con fundamentos sólidos. Como, por ejemplo, mentir, robar, abusar del sistema y de las personas, es algo deshonesto, y si algo es deshonesto está mal.
Tercero, un punto bastante importante que considerar, es que los principios morales pueden sobreponerse, con otros. En otras palabras, tenemos que saber qué hacer si existen principios morales que se aplican a nuestra conducta y nos proveen con las más importantes razones por las cuales estamos actuando, las razones morales, y que toman mayor relevancia sobre todas las otras razones.
Estos tres elementos forman la estructura del juicio moral. Es decir, no dicen nada sobre el contexto de los principios particulares de los juicios morales, ellos solamente nos dicen que aquellos juicios morales basados en principios generales significan precedencia sobre cualquier otra actuación y razonamiento, pero no nos dicen cuáles son estos principios. Depende de nuestro entorno y cultura.
Lógicamente o psicológicamente el hecho de que nosotros compartamos una gran cantidad de juicios morales no significa que podamos estar en desacuerdo en algunas cosas. Pero generalmente estamos de acuerdo en la mayoría de los principios que se aplican normalmente. Por ejemplo, por una parte todos estamos de acuerdo en oponernos a un asesinato, a un asalto a mano armada, a un abuso sexual, a la mentira y muchos más y, por otra parte, nosotros aprobamos de la misma manera la lealtad, conservar la palabra prometida, ayudar a otros, en especial a los más necesitados. Y cuando no estamos de acuerdo es porque la escala de principios es diferente.
Un ejemplo podría ser el tema de la lealtad y honestidad. Las personas pueden ver de distintas maneras este tema que para algunos parece básico, pero no lo es. Es aquí donde importa tener sólidas bases fundacionales de principios morales, aprendidas desde los primeros años de vida. Estas bases difieren de un lugar a otro o de un entorno a otro, o por último de factores contaminantes como la avaricia, el egoísmo y tantas otras desviaciones aprendidas y que pueden interferir en cómo aplicamos el juicio moral.
Para la filosofía la moral existe y establece comparaciones entre juicios morales y otros tipos de juicios, como los juicios científicos u otros que están relacionados con la moral y el interés propio. Los filósofos están más interesados en preguntar sobre responsabilidad moral cuando se toma una decisión que en la acción moral, bajo cuáles circunstancias no deberían ser consideradas. Esto depende nítidamente de las fundaciones de la moral. ¿Estará nuestra sociedad un poco confundida con este tema en particular? ¿Les habremos enseñado esto alguna vez en su vida?
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