Justicia, derechos y contrato social
Bernardo Javalquinto | Fecha de Edición: 31-01-2013
Muchos de nosotros tomamos como concedido la existencia del estado y nos cuestionamos ¿cuáles son los derechos morales que tiene sobre los ciudadanos?, ¿por qué puede tomar decisiones por nosotros? Aún más tiene el monopolio y derechos legales, que nos puede poner en la cárcel si no cumplimos con la reglas. No existe ninguna otra institución que tenga tales poderes sobre nosotros.
El tema de la moral, toma una relevancia muy especial en el Estado. Muchos filósofos como Hobbes, Locke, Rousseau, Kant, argumentan que la sociedad se encuentra en un estado natural y los individuos tienen condiciones precarias en donde no existe orden. Para ello la ciudadanía debe llegar a un “contrato social” en el cual delega algunos de sus derechos para favorecer el uso de la justicia moral que debería regular a la sociedad. Los derechos naturales de acuerdo a Locke de los seres humanos, son la vida, salud, la libertad y la propiedad privada. Todos los individuos tenemos el derecho de proteger esto. Lamentablemente estos derechos naturales tienen poco valor porque en el estado natural (Hobbes) no son respetados por los otros. Por ello, los ciudadanos acordamos en un sistema de leyes y en un sistema de leyes al cual nos adherimos para que protejan nuestros derechos. Un sistema legislativo, un sistema judicial, y un cuerpo ejecutivo, porque delegando estos derechos que pertenecen a los miembros de la comunidad se pueden tener un efectivo control de orden justo. Por ello, debe existir un sistema democrático en el cual la mayoría gobierne y la gente que elegimos ejerce nuestro derecho en nuestro nombre, Dicho esto, el Estado debe tener ciertos límites porque no tienen la moralidad de hacer lo que ellos quieran y los poderes deben estar limitados en términos de un contrato original en el cual los límites están claros y el estado de derecho es proteger los derechos naturales de sus miembros.
Este es el único derecho delegado. Pero este contrato social, no es justo porque deja muchos factores sin control, y la ciudadanía no queda completamente satisfecha con esta transferencia de derechos a este contrato social, donde la justicia sea ejercida por el Estado. No funcionó en el pasado y se hicieron muchos cambios para poder satisfacer la sociedad moderna. Estos cambios realizado en los países desarrollados han funcionado porque ha sido modificado de acuerdo a las necesidades del cambio constante de la sociedad, pero en países como el nuestro en el cual existe una seudodemocracia, en el cual existe un sistema binominal que no representa a todo el conjunto de la sociedad, es imposible que exista justicia real.
Por ello, mientras no tengamos la madurez de ser un país que puede vivir y coexistir sin temores de los abusos e influencias que tienen los grupos económicos y políticos de poder. Es imposible que podamos llegar al desarrollo. Porque estos grupos solamente miran sus propios intereses, y no los intereses de la mayoría. Como originalmente se había pensado en este contrato social en el cual sacrificamos algunas de nuestros derechos para que nos representaran e hicieran justicia por nosotros.
El tema de la moral, toma una relevancia muy especial en el Estado. Muchos filósofos como Hobbes, Locke, Rousseau, Kant, argumentan que la sociedad se encuentra en un estado natural y los individuos tienen condiciones precarias en donde no existe orden. Para ello la ciudadanía debe llegar a un “contrato social” en el cual delega algunos de sus derechos para favorecer el uso de la justicia moral que debería regular a la sociedad. Los derechos naturales de acuerdo a Locke de los seres humanos, son la vida, salud, la libertad y la propiedad privada. Todos los individuos tenemos el derecho de proteger esto. Lamentablemente estos derechos naturales tienen poco valor porque en el estado natural (Hobbes) no son respetados por los otros. Por ello, los ciudadanos acordamos en un sistema de leyes y en un sistema de leyes al cual nos adherimos para que protejan nuestros derechos. Un sistema legislativo, un sistema judicial, y un cuerpo ejecutivo, porque delegando estos derechos que pertenecen a los miembros de la comunidad se pueden tener un efectivo control de orden justo. Por ello, debe existir un sistema democrático en el cual la mayoría gobierne y la gente que elegimos ejerce nuestro derecho en nuestro nombre, Dicho esto, el Estado debe tener ciertos límites porque no tienen la moralidad de hacer lo que ellos quieran y los poderes deben estar limitados en términos de un contrato original en el cual los límites están claros y el estado de derecho es proteger los derechos naturales de sus miembros.
Este es el único derecho delegado. Pero este contrato social, no es justo porque deja muchos factores sin control, y la ciudadanía no queda completamente satisfecha con esta transferencia de derechos a este contrato social, donde la justicia sea ejercida por el Estado. No funcionó en el pasado y se hicieron muchos cambios para poder satisfacer la sociedad moderna. Estos cambios realizado en los países desarrollados han funcionado porque ha sido modificado de acuerdo a las necesidades del cambio constante de la sociedad, pero en países como el nuestro en el cual existe una seudodemocracia, en el cual existe un sistema binominal que no representa a todo el conjunto de la sociedad, es imposible que exista justicia real.
Por ello, mientras no tengamos la madurez de ser un país que puede vivir y coexistir sin temores de los abusos e influencias que tienen los grupos económicos y políticos de poder. Es imposible que podamos llegar al desarrollo. Porque estos grupos solamente miran sus propios intereses, y no los intereses de la mayoría. Como originalmente se había pensado en este contrato social en el cual sacrificamos algunas de nuestros derechos para que nos representaran e hicieran justicia por nosotros.
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