Friday, November 2, 2012


Comercio ambulante

 Bernardo Javalquinto | Fecha de Edición: 26-09-2012

Hay que castigar a las personas, es la mejor manera de solucionar los problemas de piratería, comercio ambulante y muchas otras, postulan algunos. No siempre funciona, los economistas miramos las cosas desde un punto de vista diferente; analizamos costo-beneficio de todo. Estudios empíricos han demostrado que la economía subterránea o la “underground economy” como la llamamos profesionalmente, es enorme y genera millones de dólares en todos los países, subdesarrollados emergentes y desarrollados. Crea fuentes de trabajo informal beneficiando a muchas familias que de otra forma quedan excluidas del sistema y que el sector público y privado no les proporciona oportunidades de trabajo.
¿Es este un costo muy elevado? Para algunos no es justo y para otros, si lo es. Incrementar la fiscalización de la fuerza policial es un gasto adicional y al Estado no le sirve. Una de las metas que los economistas siempre nos fijamos, es el tema de la distribución justa de los ingresos y/o justicia social, o el análisis costo/beneficio. ¿Sabemos en Chile cuánto aporta esta sub economía al PIB? Necesitamos datos para opinar y resolver. Debemos buscar mecanismos virtuosos en que todos ganen.
En piratería “a la chilena” tenemos que actuar como país desarrollado y aplicar las mismas medidas. Es decir, identificar a las personas que comercian de esa sub-economía y trabajar con ellas sin destruir su fuente de ingreso. Preocuparse del ser humano. Económicamente hablando, Giles y Tedds demuestran lo grandioso que es ayudar a la sub economía si se puede medir y sumar al PIB junto con los benéficos que trae a los responsables de políticas públicas que puedan hacer medidas que apunten al bienestar social. Si hiciéramos estimaciones macro de la “underground economy” daríamos un paso gigantesco camino a eliminar la pobreza.
Numerosos esfuerzos se han hecho, en Canadá y en otras partes del mundo, para estimar el tamaño global de la economía subterránea. Giles y Tedds dan un paso más allá, evalúan el impacto del nivel de impuestos sobre la actividad subterránea retornándolos a las empresas como las del sector artístico, su contribución es bastante recompénsate. La limitación de los datos nacionales contribuyen a este resultado insólito, los chilenos  opinamos de todo, sin investigar. Esta es un área en la que cooperación y trabajo conjunto de nuestros académicos, recaudadores de impuestos y responsables políticos debe ser fructífera para todos.
Es hora de ponerse a trabajar interactuando con aquellos que están en condiciones de mejorar el sistema de impuestos a través de la recopilación de datos, la elaboración de políticas y reglamentos. Es urgente invertir en investigación, desarrollo e innovación. Volver la mirada al ser humano, al que tenemos al lado, a nuestro vecino y también al que vende confites en la calle y generar oportunidades para ellos eso nos hará crecer.
En Nueva Zelandia aporta al 16% del PIB, hay que crear los incentivos adecuados para incorporar a esta gente a la formalidad. En México los laboratorios extranjeros dueños de las patentes hicieron algo similar para incorporar a los productores locales que solían copiar y evitar que lisa y llanamente les robaran sus productos. Si los corremos, se van a otro lugar y si seguimos terminaran delinquiendo. Que prefiere usted?  HUMANA PRIMUM.

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