Nuestro Chile del futuro
Bernardo Javalquinto | Fecha de Edición: 22-11-2012
La inspiración es crear las bases y las acciones permanentes para desarrollar un país con ciudadanos con las mismas oportunidades y con la mejor calidad de vida, sustentable a niveles micro y macroeconómicos, fundamentado en la investigación científica, la tecnología, y el esfuerzo del Estado puestos al servicio de la construcción social y el bienestar de la Clase Media, los trabajadores en general, y de sus familias.
Esperamos que todas las personas tengan la posibilidad de realizar sus sueños usando sus propias capacidades naturales independientemente de su sexo, su filosofía de vida, su origen étnico o entorno. El punto de partida es confiar en todas las personas de este país, en su decidida actitud de querer superar las diferencias en todos los ámbitos, especialmente en lo político y sociocultural. Canalizar positivamente esta energía de las diferencias y crear, en la medida de lo posible, capacidades productivas diversas que contribuyan a desarrollar un Chile libre del flagelo de la pobreza, odiosidades, inequidades y violencia.
Esto nos invita a cambiar nuestros paradigmas, y nuestra manoseada visión de las izquierdas y derechas, quienes se olvidaron de mirar hacia adelante y sólo pensaron en sí mismos. Este es el eje central para quienes quieran un Chile sin pobreza, educacional, económica, emotiva, intelectual, valórico, seguro, donde se salvaguarde, sin excusa alguna, la vida y la integridad de la familia del ciudadano decente, que trabaja, que educa y que se esfuerza por aprender y ser cada día mejor. Un Chile agradecido, que respete la dignidad y el trabajo, protegido socialmente y cuya asistencia en salud tenga un tratamiento especial y concreto. Un país culto, donde las oportunidades de educación de calidad sea responsabilidad permanente del Estado. Una educación que incentive la investigación científica, tecnológica pero humana al más alto nivel, una educación con respeto por la inteligencia de los estudiantes, y el trabajo de sus padres y más dedicada para aquellos que no tienen nada. Un país sano, donde la salud constituya un derecho. Chile limpio, donde las conductas ambientalistas sean motor de crecimiento y desarrollo sostenible, donde la ecología y el cuidado del medio ambiente sean una política de Estado, respaldados por la investigación y la aplicación de tecnologías de punta, las que deben propender, en todo los casos y por sobre cualquier consideración económica, a la preservación de la naturaleza, en sus recursos renovables y no renovables, los seres vivos, y la salud de las personas.
Un país emprendedor donde rindamos homenaje a cada iniciativa y aprovechemos la inteligencia y la fuerza creadora de su gente, desarrollando y protegiendo nuestras Pymes y no sólo beneficiando a algunos. Un Chile abierto al mundo, incentivador del intercambio con otros países y culturas, que aproveche las posibilidades que brindan el libre comercio y la cooperación internacional, impulsando una globalización más humana, derribando las fronteras del egoísmo y motivando la participación de las micro, pequeñas y medianas empresas. HUMANA PRIMUM
Esperamos que todas las personas tengan la posibilidad de realizar sus sueños usando sus propias capacidades naturales independientemente de su sexo, su filosofía de vida, su origen étnico o entorno. El punto de partida es confiar en todas las personas de este país, en su decidida actitud de querer superar las diferencias en todos los ámbitos, especialmente en lo político y sociocultural. Canalizar positivamente esta energía de las diferencias y crear, en la medida de lo posible, capacidades productivas diversas que contribuyan a desarrollar un Chile libre del flagelo de la pobreza, odiosidades, inequidades y violencia.
Esto nos invita a cambiar nuestros paradigmas, y nuestra manoseada visión de las izquierdas y derechas, quienes se olvidaron de mirar hacia adelante y sólo pensaron en sí mismos. Este es el eje central para quienes quieran un Chile sin pobreza, educacional, económica, emotiva, intelectual, valórico, seguro, donde se salvaguarde, sin excusa alguna, la vida y la integridad de la familia del ciudadano decente, que trabaja, que educa y que se esfuerza por aprender y ser cada día mejor. Un Chile agradecido, que respete la dignidad y el trabajo, protegido socialmente y cuya asistencia en salud tenga un tratamiento especial y concreto. Un país culto, donde las oportunidades de educación de calidad sea responsabilidad permanente del Estado. Una educación que incentive la investigación científica, tecnológica pero humana al más alto nivel, una educación con respeto por la inteligencia de los estudiantes, y el trabajo de sus padres y más dedicada para aquellos que no tienen nada. Un país sano, donde la salud constituya un derecho. Chile limpio, donde las conductas ambientalistas sean motor de crecimiento y desarrollo sostenible, donde la ecología y el cuidado del medio ambiente sean una política de Estado, respaldados por la investigación y la aplicación de tecnologías de punta, las que deben propender, en todo los casos y por sobre cualquier consideración económica, a la preservación de la naturaleza, en sus recursos renovables y no renovables, los seres vivos, y la salud de las personas.
Un país emprendedor donde rindamos homenaje a cada iniciativa y aprovechemos la inteligencia y la fuerza creadora de su gente, desarrollando y protegiendo nuestras Pymes y no sólo beneficiando a algunos. Un Chile abierto al mundo, incentivador del intercambio con otros países y culturas, que aproveche las posibilidades que brindan el libre comercio y la cooperación internacional, impulsando una globalización más humana, derribando las fronteras del egoísmo y motivando la participación de las micro, pequeñas y medianas empresas. HUMANA PRIMUM
No comments:
Post a Comment