Wednesday, December 29, 2010

La Privatización de las Empresas debería beneficiar a la Sociedad

GLG News Analysis

 

La Privatización de las Empresas debería beneficiar a la Sociedad

December 19, 2010

Summary

La Privatización de las Empresas debería beneficiar a la Sociedad pero aun no ocurre en los paises emergentes

Analysis

 
Las privatizaciones deben realizarse asegurando su beneficio para la sociedad, porque son parte del patrimonio social de un país. Pero antes debe alcanzarse una sociedad abierta y democrática para asegurar que las privatizaciones beneficien a la sociedad en su conjunto. Desde el  punto de vista sobre la privatización de empresas estatales y bajo la luz de una economía abierta; y de que la sociedad debería apoyar las privatizaciones cuando estas sean llevadas a cabo correctamente. El mejor sendero hacia "lo que realmente importa": Es el crecimiento, empleo y niveles de vida pero no se logra cabalmente. Porque no se logra, primero porque hay que llamar a una sociedad realmente democrática, sin matices grises. Aquella donde nadie es dueño de la verdad última, pero en la que juntos podemos acercarnos a nuestros ideales sin llegar al conflicto. Es, entonces, bajo este prisma que debemos mirar las cuestiones de la economía abierta y las privatizaciones en el más amplio contexto de la economía global. Las privatizaciones en la era de la globalización, son parte del proceso de liberalización del mercado hacia el paradigma económico neoclásico de laissez faire, y son llevadas a cabo con la participación de corporaciones globales como los principales actores. Esta situación hace muy poco probable que aumente el bienestar general de la población, porque el sistema en los países emergentes aun no tiene muy presente la importancia del Capital Humano. Esto es importante y no se puede bajar el perfil aunque sea, una empresa muy pequeña que se privatice, ya que forma parte del patrimonio nacional, creada o adquirida con fondos de los contribuyentes, independientemente de la ineficacia con que se haya manejado previamente o después de la privatización. En la cultura actual de negocios (no todos en Chile), la rentabilidad se sustenta en costos operativos eficientes, de los cuales el más maleable es el costo laboral. Obviamente, porque estamos muy atrasados en materia de la Gestión del Conocimiento. Por lo que la reducción general de empleados y obreros es una estrategia de negocios de primera opción para cortar costos de operación de manera inmediata; muy por el contrario de los países desarrollados, donde la reducción de costos significa invertir en reducir los costos para hacerlos más eficiente, pero aquí el objeto último, en esta era de cultura empresarial salvaje y global, es aumentar al máximo el precio de la acción pasando todo lo demás a ser irrelevante. Esto se debe a que los directores de empresa son hoy evaluados y recompensados por los accionistas en función de qué tanto aumentan el precio de la acción. Es aquí en donde se centra toda la energía hacia la eficiencia. Nada más es importante, la avaricia pura es el único valor. Los altos ejecutivos, en consecuencia, al exigirles los accionistas las máximas cotizaciones accionarían, no tienen ningún miramiento con los trabajadores. Así, las privatizaciones exitosas, generalmente con sólo reducir el costo laboral, “generan riqueza”. Siendo la competitividad, eficiencia y reducción de costos al estado lo que realmente se busca. Pero, desde una perspectiva económica, éstas no generan una demanda agregada. Como resultado, en una privatización, generalmente, no hay aumento en el bienestar de la población, no hay aumento en el nivel de vida y sí hay un claro decremento en el bienestar de aquellos que pierden sus empleos. El punto es encontrar un sendero donde la privatización beneficie a todos. Por ello, antes de embarcarse en una privatización, debe asegurarse que ésta, como decía el paradigma original de Adam Smith, se convierta en la mejor vía para asegurar el "bienestar de todos los rangos de la sociedad". Debemos tener claro que los gobiernos democráticos tienen como primera responsabilidad, precisamente, Proteger, empoderar y enriquecer la vida de los ciudadanos, en otras palabras procurar el bien común. La responsabilidad, inherente de los gobiernos democráticos, debe asegurar el bienestar de todos los rangos de la sociedad. El bienestar de la sociedad, no debe velar para buscar su propio interés, como lo hemos visto últimamente con abusos en el sistema. Los poderosos se han impuesto sobre la mayoría de la sociedad civil en todo el mundo, porque la democracia no está funcionando como corresponde. Además no existe ninguna lógica en absoluto defendible para que la eficiencia del mercado esté por encima de la justicia social. Por último, con este ritmo las privatizaciones no harán nada bien para la sociedad sino que, lo que sí es cierto, que ser más eficientes, más competitivas y más lucrativas es para sus dueños; pero sin cumplir su rol fundamental que es el de su rol y responsabilidad para la sociedad. Por ello, debemos cuidar el sistema y hoy nadie nos asegura que ni el sector publico o el privado este debidamente protegido 
Bernardo Javalquinto, Economista
University of Maryland

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