Innovar para el futuro o innovar para el presente
Por Bernardo Javalquinto
Economista
Sábado, 08 de Mayo de 2010
“Ambos” dicen los entendidos, el futuro será incierto; si seguimos destruyendo el planeta como lo estamos haciendo y si no nos detenemos a pensar por unos momentos en las consecuencias que puede traernos todo esto, pero si creamos conciencia de la importancia de cuidar el sistema económico, invertir en el capital humano, el medio ambiente y la innovación el futuro no solo será innovación, si no que brillante para todos.
En el presente vivimos en un mundo globalizado y dinámico, en el cual no tenemos tiempo para detenernos a pensar como antes. Sino que estamos continuamente tratando de solucionar los temas que consideramos importantes y que no se pueden postergar. Si nos olvidamos de temas primordiales es justo ahí el momento donde corremos el mayor riesgo.
Al iniciar un nuevo negocio, se debe realizar un profundo análisis y establecer el camino que debemos seguir, el negocio a adquirir, el producto a fabricar o servicio a prestar, el nicho de mercado al cual nos vamos a enfocar, la tecnología a utilizar, el equipo con el que se va a trabajar, la entrada de competidores extranjeros, y tantos factores más. En este escenario dinámico que experimenta una gran aceleración, debemos estar preparados para los cambios que suceden en una economía globalizada, como la de hoy, y ser flexibles para tomar todas las acciones que nos permitan adaptarnos lo más rápido posible, ya que hoy no tiene sentido hablar solo del mercado local, sino que debemos considerar que solo existe un inmenso mercado global y los que hagan las cosas bien, bien desde un principio, serán capaces de subsistir con su negocio.
Un punto muy importante para un negocio es saber cuál es su rentabilidad, solvencia y su liquidez para identificar si nos conviene o no el negocio para invertir o para comprar. Algunos de los factores claves que nos influirán serán costos (eficientes), ganancias y servicios por mencionar algunos. Todo enfocado en lograr el éxito del negocio. Así que debemos estar muy bien informados de todo lo que sucede en nuestro alrededor conocer y entender la macroeconomía, como por ejemplo cuando se habla de las políticas monetarias y fiscales, conocer las variables que afectan, la inversión, el consumo, el desempleo, los precios, demanda de dinero, tasas de interés y los impuestos.
Todo nos permitirá predecir o adaptarnos lo más rápido posible a los nuevos escenarios económicos. Con todo esto podremos tomar distintas acciones; como saber si es un buen momento para seguir desarrollando nuestro negocio solicitando dinero a un banco o trabajar con capital propio. También como darle a nuestro negocio un mayor valor agregado moderando los costos más eficientemente y que esto marque una diferencia que nos destaque ante los clientes a los cuales nos queremos enfocar y que sea capaz de generar una mejor ventaja competitiva sostenible en el tiempo. Además de calcular los riesgos que se toman al realizar la inversión buscando la mejor manera de cuantificarlos ya que esto nos permitirá justificar algunos temas claves del negocio y definir si la inversión es justificable para el riesgo que estamos tomando.
Otro punto a considerar, es “la innovación” y que aun cuesta mucho entender. En este punto invertir un porcentaje de la rentabilidad en la investigación, en el desarrollo y en la innovación (I+D+i) dará lugar a tantos beneficios a los negocios y a la sociedad que no requiere de un gran esfuerzo hacer, ni debe ser perfecta la planificación, no requiere estar completamente acabada, basta con que sea razonablemente aceptable y se tenga la voluntad de mejorarla. No obstante, aunque una innovación sea pequeña debe siempre aspirar a ser líder en su campo. Por tal razón, se debe pensar en invertir en la investigación, desarrollo e innovación. No debemos “pretender solo innovar para el futuro, sino que se debe innovar para el presente”.
Si la innovación no permite una aplicación inmediata, el negocio no será más una idea brillante y no dará lugar al nacimiento propiamente tal de los beneficios de estos. Por ello, los fracasos son casi necesarios para lograr un producto innovador o una idea que se torne brillante para la compañía, región o el país, entonces se deben crear las condiciones necesarias para que el recurso humano se sienta libre de innovar cuantas veces sea necesario hasta obtener el éxito en su proyecto que a la larga se transformara en dinero para la compañía y un bien a la sociedad.
En el presente vivimos en un mundo globalizado y dinámico, en el cual no tenemos tiempo para detenernos a pensar como antes. Sino que estamos continuamente tratando de solucionar los temas que consideramos importantes y que no se pueden postergar. Si nos olvidamos de temas primordiales es justo ahí el momento donde corremos el mayor riesgo.
Al iniciar un nuevo negocio, se debe realizar un profundo análisis y establecer el camino que debemos seguir, el negocio a adquirir, el producto a fabricar o servicio a prestar, el nicho de mercado al cual nos vamos a enfocar, la tecnología a utilizar, el equipo con el que se va a trabajar, la entrada de competidores extranjeros, y tantos factores más. En este escenario dinámico que experimenta una gran aceleración, debemos estar preparados para los cambios que suceden en una economía globalizada, como la de hoy, y ser flexibles para tomar todas las acciones que nos permitan adaptarnos lo más rápido posible, ya que hoy no tiene sentido hablar solo del mercado local, sino que debemos considerar que solo existe un inmenso mercado global y los que hagan las cosas bien, bien desde un principio, serán capaces de subsistir con su negocio.
Un punto muy importante para un negocio es saber cuál es su rentabilidad, solvencia y su liquidez para identificar si nos conviene o no el negocio para invertir o para comprar. Algunos de los factores claves que nos influirán serán costos (eficientes), ganancias y servicios por mencionar algunos. Todo enfocado en lograr el éxito del negocio. Así que debemos estar muy bien informados de todo lo que sucede en nuestro alrededor conocer y entender la macroeconomía, como por ejemplo cuando se habla de las políticas monetarias y fiscales, conocer las variables que afectan, la inversión, el consumo, el desempleo, los precios, demanda de dinero, tasas de interés y los impuestos.
Todo nos permitirá predecir o adaptarnos lo más rápido posible a los nuevos escenarios económicos. Con todo esto podremos tomar distintas acciones; como saber si es un buen momento para seguir desarrollando nuestro negocio solicitando dinero a un banco o trabajar con capital propio. También como darle a nuestro negocio un mayor valor agregado moderando los costos más eficientemente y que esto marque una diferencia que nos destaque ante los clientes a los cuales nos queremos enfocar y que sea capaz de generar una mejor ventaja competitiva sostenible en el tiempo. Además de calcular los riesgos que se toman al realizar la inversión buscando la mejor manera de cuantificarlos ya que esto nos permitirá justificar algunos temas claves del negocio y definir si la inversión es justificable para el riesgo que estamos tomando.
Otro punto a considerar, es “la innovación” y que aun cuesta mucho entender. En este punto invertir un porcentaje de la rentabilidad en la investigación, en el desarrollo y en la innovación (I+D+i) dará lugar a tantos beneficios a los negocios y a la sociedad que no requiere de un gran esfuerzo hacer, ni debe ser perfecta la planificación, no requiere estar completamente acabada, basta con que sea razonablemente aceptable y se tenga la voluntad de mejorarla. No obstante, aunque una innovación sea pequeña debe siempre aspirar a ser líder en su campo. Por tal razón, se debe pensar en invertir en la investigación, desarrollo e innovación. No debemos “pretender solo innovar para el futuro, sino que se debe innovar para el presente”.
Si la innovación no permite una aplicación inmediata, el negocio no será más una idea brillante y no dará lugar al nacimiento propiamente tal de los beneficios de estos. Por ello, los fracasos son casi necesarios para lograr un producto innovador o una idea que se torne brillante para la compañía, región o el país, entonces se deben crear las condiciones necesarias para que el recurso humano se sienta libre de innovar cuantas veces sea necesario hasta obtener el éxito en su proyecto que a la larga se transformara en dinero para la compañía y un bien a la sociedad.
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